miércoles, 16 de noviembre de 2011

Energía

Es todo aquello que puede originar o dar existencia a un trabajo. Es la capacidad que posee la materia para producir calor, trabajo en forma de movimiento, luz, crecimiento biológico, etc. Por materia se entiende cualquier cuerpo sólido, líquido y gaseoso existente.
Transformación de la Energía
Las distintas manifestaciones o formas de energía pueden transformarse unas en otras. Para que estas transformaciones hayan podido realizarse, ha sido fundamental la creación por parte del hombre de maquinarias, que por sí solas no producirían energía.
Una transformación posible de energía seria el caso de la energía potencial o de posición que posee una masa de agua estancada que se transforma en energía cinética cuando cae desde una altura cualquiera (energía hidráulica) por una tubería e incide sobre el rodete de una turbina hidráulica, haciéndola girar (energía mecánica)
Rendimiento
El rendimiento puede ser expresado en función de la energía, el trabajo y la potencia.
Rendimiento en función de la Energía
Cuando se produce un proceso de transformación de energía, la cantidad lograda de la misma (energía útil) es menor a la cantidad inicial, absorbida por la maquinaria (energía total). Esto se debe a la pérdida de energía que tiene lugar durante la transformación (energía perdida).
Energía total = energía útil + energía perdida
Rendimiento = Energía útil / Energía total
Energía útil = energía total – energía perdida
Rendimiento = (energía total – energía perdida) / Energía Total
por lo tanto:
Rendimiento = (1 – energía perdida) / Energía Total
Como consecuencia de la ecuación anterior, se deduce que el rendimiento será siempre un valor inferior a uno y que solo podrá obtenerse el valor 1 en la situación improbable de que no existiese perdida de energía alguna.
El rendimiento más bajo ocurre cuando la energía térmica sufre una transformación en otra forma de energía. En cambio, los rendimientos mas elevados se logran al transformarse la energía eléctrica.
Manifestaciones de la energía
La energía se manifiesta de diferentes maneras:
Las fuentes más naturales e independientes, en las que no existe la intervención directa del hombre son las siguientes:
· Energía solar: casi la totalidad de la energía proviene del sol y se manifiesta a través de radiaciones luminosas, caloríficas y electromagnéticas.
· Energía química: se encuentra contenida en cuerpos combustibles
· Energía bioquímica: está presente en el desarrollo de los seres vivos.
En las siguientes fuentes de energía, el hombre debe participar necesariamente en el control de las mismas:
· Energía hidráulica: esta energía se origina con el movimiento del agua. Este movimiento puede ser consecuencia de la caída de corrientes de agua o de las crecientes y bajadas de las mareas.
· Energía térmica o calorífica: se origina a partir de la combustión de un cuerpo combustible. Es empleada en un radiador eléctrico.
· Energía eólica: es aquella que tiene origen en los vientos.
Principios de la energía
Principio de Conservación de la Energía
Este principio establece que la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma.
Cualesquiera que sean las modificaciones de energía en el interior de un sistema, la cantidad total de energía en el mismo es constante.
Principio de Degradación de la Energía
Cuando se efectúa una transformación de energía de una forma u otra siempre surge energía térmica, aún cuando el objetivo sea otro. Se trata de una energía térmica no utilizable, pero igualmente cumple con el principio de conservación, debido a que no se produce destrucción de energía.
La cantidad de energía que se obtiene en el modo deseado, es siempre menor al valor de la energía empleada en un principio.
Ejemplos:
Al transformarse la energía química potencial del carbón en energía calorífica, y posteriormente en energía mecánica en la turbina de vapor, está última energía constituye una porción débil de la primitiva. El remanente no ha desaparecido ni se ha destruido, sino que se ha transformado en energía térmica no útil. Esta se ha disipado en los diferentes elementos que componen la instalación.
Un motor eléctrico que se encuentra conectado a la red, sufre un calentamiento. Esto se debe a que una parte de la energía eléctrica se transforma en calor, por lo que, el valor de la energía mecánica obtenida, no es igual al de la energía empleada en un principio.
Si se trata de una transformación directa de energía eléctrica en calorífica, puede deducirse que existe una mínima degradación o pérdida.

Escalas de temperatura

La medida de la temperatura ambiental se ha venido realizando, de forma más o menos sistemática, desde los tiempos del Renacimiento. En los siglos sucesivos, se han propuesto varias escalas de medida de temperaturas, basadas principalmente en los puntos de fusión y ebullición del agua como valores de referencia. Entre ellas, la más utilizada en la vida cotidiana es la escala centígrada o Celsius. En cambio, en el ámbito científico se utiliza predominantemente la escala absoluta o Kelvin.
Medida de la temperatura
La temperatura se mide por medio de diversos instrumentos y dispositivos, de los que el más conocido es el termómetro de mercurio. En esencia, todos estos instrumentos se basan en la observación de las llamadas magnitudes termométricas, que son cualidades de los cuerpos susceptibles de modificación por efecto de los incrementos o los descensos de temperatura (por ejemplo, el hierro se enrojece al calentarse).
En los procedimientos de medida aplicados se sustentan las principales escalas termométricas hoy día utilizadas, y que se basan en los puntos de fusión y ebullición del agua para determinar las escalas de graduación de sus valores.
Escala Celsius
El termómetro de mercurio, corrientemente utilizado para medir temperaturas, consiste en una columna de mercurio encerrada en un tubo capilar, de manera que al variar la temperatura se modifica la altura del líquido dentro de la columna. La relación entre la temperatura T y la diferencia de altura de mercurio en el tubo responde a una función lineal de la forma:   
T = mx + b
siendo m la pendiente de la función y b el valor inicial sobre el origen.
Los valores de m y b dependen de la escala termométrica elegida, y suelen fijarse asignando a los puntos de fusión y ebullición del agua valores convencionales concretos.
La escala Celsius, también llamada centígrada, asigna el valor 0 a la temperatura de fusión del agua y el valor 100 al punto de ebullición del agua, en condiciones de presión normal (igual a 1 atmósfera).Entre estos dos valores se define una escala dividida en cien tramos, cada uno de los cuales corresponde a un grado centígrado o Celsius.
Esta escala, muy utilizada en la vida cotidiana en numerosos países del mundo, admite valores negativos (también referidos como temperaturas «bajo cero»).


Representación gráfica de la temperatura, a modo de una función lineal
Escala Fahrenheit
En la función lineal de la temperatura con respecto a la longitud, es posible elegir los valores de referencia para m y b de otras muchas maneras. En la actualidad, en los países anglosajones aún sigue usándose la escala Fahrenheit, establecida de manera que:
Al punto de congelación del agua en condiciones de presión normal (1 atmósfera) se le asigna el valor 32.
Al punto de ebullición normal del agua se le atribuye el valor 212.
Las relaciones que permiten pasar de un valor en escala Celsius (TC) y a la inversa a Fahrenheit (TF) son las siguientes:  
Escala absoluta
El descubrimiento de que la temperatura posee un valor mínimo insuperable, estimado en ¿273,15 ºC, propició que, en el ámbito científico, se adoptara como base de referencia de la medida de temperaturas la escala absoluta o Kelvin.
Esta escala elige como valor origen el ¿273,15, también llamado cero absoluto, de manera que la equivalencia entre la escala absoluta y la Celsius viene dada por la expresión siguiente:                                  

T = Tc + 273,15 
La unidad de temperatura en el Sistema Internacional es el kelvin.
Gráfica de representación de la escala absoluta o Kelvin. La recta que refleja la función lineal corta al eje de abscisas en el punto de valor - 273,15.

El termómetro de gas diluido
En la medida de temperaturas mediante termómetros se encuentra una dificultad añadida por el hecho de que las magnitudes termométricas utilizadas (por ejemplo, la longitud de una columna de líquido) no son exactamente lineales. Ello introduce un error de medida que puede llegar a ser considerable.
Para evitar este problema se usan termómetros de gas diluido, de mayor precisión, y que se basan en el uso de un gas encerrado en un recipiente con un émbolo (para mantener constante la presión y medir variaciones de volumen como magnitud termométrica) o en un dispositivo que permita mantener constante el volumen del gas para determinar las variaciones de su presión (que se usaría como magnitud termométrica para medir temperaturas).

Problemas:
1) ¿A qué temperatura centígrada corresponde el 0 °F?
2) ¿Qué diferencia existe entre -6 °C y 15 °F?
3) Transformar 30 °C a grados Fahrenheit.
4) Convertir 70 °F a centígrados.
5) ¿A cuantos grados centígrados corresponden 400 °K?
6) Convertir 55 °F a grados Kelvin.
7) Pasar 299 °K a centígrados
8) Convertir -40 °C a Fahrenheit.
9) ¿A qué temperatura Celsius equivalen 33,8 °F?
10) En un termómetro Fahrenheit se observa una marca de 125 °F y en un Celsius se leen 45 °C, ¿cuál de los dos indica mayor estado térmico?

Cantidad de calor
Cuando una sustancia se está fundiendo o evaporándose está absorbiendo cierta cantidad de calor llamada calor latente de fusión o calor latente de evaporación, según el caso. El calor latente, cualquiera que sea, se mantiene oculto, pero existe aunque no se manifieste un incremento en la temperatura, ya que mientras dure la fundición o la evaporación de la sustancia no se registrará variación de la misma.
Para entender estos conceptos se debe conocer muy bien la diferencia entre calor y temperatura.
En tanto el calor sensible es aquel que suministrado a una sustancia eleva su temperatura.
La experiencia ha demostrado que la cantidad de calor tomada (o cedida) por un cuerpo es directamente proporcional a su masa y al aumento (o disminución) de temperatura que experimenta.
La expresión matemática de esta relación es la ecuación calorimétrica:

Q = m·Ce·(Tf-Ti)

En palabras más simples, la cantidad de calor recibida o cedida por un cuerpo se calcula mediante esta fórmula, en la cual m es la masa, Ce es el calor específico, Ti es la temperatura inicial y Tf la temperatura final.  Por lo tanto  Tf – Ti = ΔT (variación de temperatura).

Nota: La temperatura inicial (Ti) se anota también como T0 o como t0.

Si Ti > Tf el cuerpo cede calor Q < 0

Si Ti < Tf el cuerpo recibe calor Q > 0

Se define calor específico (Ce) como la cantidad de calor que hay que proporcionar a un gramo de sustancia para que eleve su temperatura en un grado centígrado. En el caso particular del agua Ce vale 1 cal/gº C ó 4,186 J.

domingo, 30 de octubre de 2011

Transmisión del calor

El calor puede viajar de un lado a otro. Hay 3 mecanismos que usa el calor para trasladarse: conducción, convección y radiación.
Intercambio de calor por conducción, variables involucradas
Si ponés la punta de una cuchara al fuego, al rato el mango también se calienta.
Supongamos que tengo una barra con una punta que está al fuego y la otra no. A través de esta barra se va a transmitir el calor. ¿Como hace el calor para transmitirse desde la punta caliente hasta la punta fría?

Ley de Fourier

Supongamos que tengo una barra que tiene una longitud delta x y área A. Una punta de está caliente y la otra no. A través de la barra se va a ir transfiriendo un flujo de calor Q/t. Por ejemplo, si Q/t es 20 Kcal/s, eso quiere decir que cada segundo que pasa están pasando por la barra 20 Kilocalorías.

Este flujo de calor puede entenderse como si fuera el flujo de agua que está circulando por un caño.
La fórmula que se usa para calcular la cantidad de calor por conducción es la ley de Fourier. Lo que dice la ley de Fourier es lo siguiente:
En esta fórmula Q/t es la cantidad de calor transmitida por unidad de tiempo. 
(Flujo de calor ). Va en Kcal/seg o en Joule/seg.
Acordate que 1 Kcal son 4186 Joule. Y Joule/seg es Watt, así que el flujo de calor en realidad es la potencia transmitida. 
A es el área de la barra. A veces en vez de una barra uno puede tener una pared o una ventana. En ese caso, A pasa a ser el área de la pared o de la ventana. El área va en la fórmula en m2.
T1 y T2 son las temperaturas en los extremos de la barra. Van en °C. Hay que ponerlas de manera que T1 –T2 dé +.
∆X es la longitud de la barra o el espesor de la pared. Va en metros.
K es lo que se llama Conductibilidad del material. Es un coeficiente que da una idea de con qué rapidez se transmite el calor en ese material. 
K es distinto para cada substancia. Si K es grande, el objeto será buen conductor del calor. (Los metales, por ejemplo). Las unidades del coeficiente de conductibilidad térmica son:
Problema:
Calcular la cantidad de calor que se transmite por unidad de tiempo a través de una ventana de 2 m2 de superficie y espesor 0,5 cm. Temperatura interior: 20 ºC. Temperatura exterior: 5 ºC. Conductibilidad del vidrio: K= 2,5 x 10-4 Kcal/m.s.ºC
Convección

Si existe una diferencia de temperatura en el interior de un líquido o un gas, es casi seguro que se producirá un movimiento del fluido. Este movimiento transfiere calor de una parte del fluido a otra por un proceso llamado convección.


Cuando un recipiente con agua se calienta, la capa de agua que está en el fondo recibe mayor calor (por el calor que se ha trasmitido por conducción a través del recipiente); esto provoca que el volumen aumente y, por lo tanto, disminuya su densidad, provocando que esta capa de agua caliente se desplace hacia la parte superior del recipiente y parte del agua más fría baje hacia el fondo.
El proceso prosigue, con una circulación continua de masas de agua más caliente hacia arriba, y de masas de agua más fría hacia abajo, movimientos que se denominan corrientes de convección.  Así, el calor que se trasmite por conducción a las capas inferiores, se va distribuyendo por convección a toda la masa del líquido.
La transferencia de calor en los gases y líquidos puede efectuarse por conducción. El proceso de convección es el responsable de la mayor parte del calor que se trasmite a través de los fluidos.
El calentamiento de una habitación mediante una estufa no depende tanto de la radiación como de las corrientes naturales de convección, que hacen que el aire caliente suba hacia el techo y el aire frío del resto de la habitación se dirija hacia la estufa. Debido a que el aire caliente tiende a subir y el aire frío a bajar, las estufas deben colocarse cerca del suelo (y los aparatos de aire acondicionado cerca del techo) para que la eficiencia sea máxima.
De la misma forma, la convección natural es responsable de la ascensión del agua caliente y el vapor en las calderas de convección natural, y del tiro de las chimeneas.
La convección también determina el movimiento de las grandes masas de aire sobre la superficie terrestre, la acción de los vientos, la formación de nubes, las corrientes oceánicas y la transferencia de calor desde el interior del Sol hasta su superficie.

Radiación

Hay un fenómeno raro que ocurre que es que el calor del Sol llega a laTierra. Digo raro porque entre la Tierra y el Sol no hay nada. (Hay espacio vacío). Entonces…
¿Cómo hace el calor para viajar por el espacio vacío?
Bueno, se descubrió que lo hace por medio de ondas. 
Estas ondas son Radiación (transferencia de energía por ondas electromagnéticas) y no necesitan que haya substancia para propagarse. La radiación puede viajar en el vacío o en el aire. Le da lo mismo. 
Suponete una de esas estufas eléctricas que tienen resistencias que se ponen al rojo.
El calor que te llega en este tipo de estufas es por radiación. La historia es así. Cualquier cuerpo que esté caliente emite radiación. Más caliente está, más emite. La fórmula que da el calor emitido por radiación es:
Aclaremos un poco los términos de esta fórmula:
Q/A.t  vendría a ser la cantidad de calor emitida por unida de tiempo y por unidad de área. Se mide en calorías /m2.s.
Si lo pensás un poco, te vas a dar cuenta de que este término te está dando la potencia emitida por m2 de superficie. Fijate que: 
Epsilon (ε) es el coeficiente de emisividad. Es un número que está entre cero y 1. Da una idea de que tan buen emisor es el cuerpo. Más grande es epsilon, mejor emite. O sea:
Este epsilon depende del color del cuerpo. Si el cuerpo es obscuro ε es grande y el objeto es un buen emisor. Resumiendo, las superficies de color negro son buenas emisoras. Las superficies de color claro son malas emisoras.
La constante sigma (σ) vale:
  o

T4 es la temperatura en Kelvin elevada a la cuarta

jueves, 13 de octubre de 2011

Intercambio de energía térmica


Calor y temperatura
Calor:
El calor es una cantidad de energía y es una expresión del movimiento de las moléculas que componen un cuerpo.
Cuando el calor entra en un cuerpo se produce calentamiento y cuando sale, enfriamiento. Incluso los objetos más fríos poseen algo de calor porque sus átomos se están moviendo.
Temperatura:
La temperatura es la medida del calor de un cuerpo (y no la cantidad de calor que este contiene o puede rendir).


           Al aplicar calor, sube la temperatura

Diferencias entre calor y temperatura

Todos sabemos que cuando calentamos un objeto su temperatura aumenta. A menudo pensamos que calor y temperatura son lo mismo. Sin embargo, esto no es así. El calor y la temperatura están relacionadas entre sí, pero son conceptos diferentes.
El calor es la energía total del movimiento molecular en un cuerpo, mientras que la temperatura es la medida de dicha energía. El calor depende de la velocidad de las partículas, de su número, de su tamaño y de su tipo. La temperatura no depende del tamaño, ni del número ni del tipo.
Por ejemplo, si hacemos hervir agua en dos recipientes de diferente tamaño, la temperatura alcanzada es la misma para los dos, 100° C, pero el que tiene más agua posee mayor cantidad de calor.

Misma temperatura, distinta cantidad de calor

El calor es lo que hace que la temperatura aumente o disminuya. Si añadimos calor, la temperatura aumenta. Si quitamos calor, la temperatura disminuye.
La temperatura no es energía sino una medida de ella; sin embargo, el calor sí es energía.

Calor específico

Una experiencia muy común ocurre cuando ponemos al fuego una olla que contiene agua: después de cierto tiempo, el agua se calienta. Esto quiere decir que su temperatura aumenta. Se puede verificar fácilmente esta afirmación poniendo dentro del agua un termómetro. Nos daremos cuenta de que, efectivamente, la temperatura aumenta. También sabemos, de nuestra experiencia, que mientras más tiempo dejemos el agua sobre la llama, más aumentará su temperatura.
¿Cómo se puede describir este experimento que nos es tan familiar? En este caso hay una transferencia de calor de la llama al agua. Esto significa que la llama transfiere energía al agua. Claramente, mientras más tiempo dejemos el agua sobre la llama, más energía se transferirá, es decir, habrá mayor transferencia de calor. En estas circunstancias, el agua absorbe esta energía y como consecuencia, responde aumentando su temperatura.
Supóngase ahora que hacemos lo siguiente. Tomemos la misma cantidad, por ejemplo, un kilogramo, de dos sustancias distintas, digamos agua y aluminio (figura 1); las colocamos sobre una llama el mismo intervalo de tiempo, digamos quince minutos y ponemos cada una de las sustancias en contacto con un termómetro. Al principio ambas sustancias tienen la misma temperatura, por ejemplo, la ambiente (figura 1(a)). Al finalizar el intervalo de tiempo leemos los termómetros (figura (b)) y observamos dos cosas:


Figura 1. Distintas sustancias tienen distintas capacidades de absorber calor
1) Las dos sustancias aumentaron sus temperaturas.
2) Los aumentos que experimentaron cada una de las sustancias no fueron los mismos.
Así, por ejemplo, el agua habría aumentado su temperatura en 12ºC, mientras que el aluminio en 55ºC.
Lo anterior nos indica que el agua y el aluminio absorbieron el calor que les transfirió la correspondiente llama. La cantidad de calor absorbida por cada una de las sustancias fue la misma, ya que estuvieron colocadas de la misma forma sobre llamas idénticas y durante los mismos intervalos de tiempo.
La segunda conclusión nos indica que cada una de las sustancias respondió de manera diferente a la misma cantidad de calor transferida. Una de ellas, el aluminio, experimentó un cambio de temperatura mayor que la otra sustancia, el agua.
La experiencia anterior nos hace ver que las sustancias tienen, entonces, una propiedad que es la de cambiar su temperatura a causa de una absorción de calor. Esta propiedad se mide por medio de la capacidad calorífica. Por tanto, la capacidad calorífica del agua es distinta a la del aluminio.
Por otro lado, nos damos cuenta que si colocamos en estufas idénticas, durante el mismo intervalo de tiempo, dos cantidades distintas de la misma sustancia, por ejemplo agua, cada una de las muestras aumentará su temperatura en cantidades distintas. Así por ejemplo, si colocamos en la misma estufa de antes 1 kg de agua y en la otra, 20 kg de agua, después de quince minutos la primera muestra habrá aumentado su temperatura en 12ºC, mientras que la Otra habrá aumentado solamente 0.6ºC. Esto es claro, pues las mismas cantidades de calor fueron transferidas a cantidades distintas de agua. A pesar de haber encontrado dos aumentos de temperatura distintos, no podríamos decir en este caso que las dos muestras de agua tienen distintas capacidades de absorber calor, pues ambas están formadas de la misma sustancia. Para poder hablar, sin riesgo de confusión, sobre la propiedad de absorber calor que tiene una sustancia se define el calor específico como la cantidad de calor que es necesario que absorba un gramo de una sustancia para aumentar su temperatura en 1ºC.
De lo anterior se puede afirmar que cada sustancia tiene un calor específico bien determinado. Los valores numéricos del calor específico de distintas sustancias son distintos. Así, por ejemplo, el calor específico del agua es

Calor específico del agua = 1 caloría  / gramo (°C)

Esto quiere decir que para que un gramo de agua aumente su temperatura un grado centígrado es necesario transferirle una caloría de energía térmica. El calor específico del aluminio es 0.219 caloría/gramo (*C), o sea, que para que un gramo de aluminio aumente su temperatura en 1ºC se tienen que transferir 0.219 calorías. De manera análoga, cada sustancia tiene un valor particular del calor específico.
Hasta este punto hemos hablado solamente del caso en que se transfiere calor de una fuente, como por ejemplo una llama, a una sustancia. En este caso la sustancia absorbe calor. También puede ocurrir que una sustancia transfiera calor a otra, por ejemplo, si se tiene un vaso con agua caliente y lo dejamos a la intemperie, sabemos que el agua se enfría. Es decir, el agua disminuye su temperatura. En este caso, el agua transfiere calor a la atmósfera. Se dice que el agua emitió calor. Al igual que en el caso de la absorción, se puede llegar al concepto de calor específico para la emisión, que sería el calor necesario que debe emitir un gramo de una sustancia para disminuir su temperatura en 1ºC. Pues resulta que los calores específicos tanto de absorción como de emisión de una sustancia son iguales. En consecuencia solamente se habla de calor específico sin especificar si es de absorción o de emisión.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Energía Atómica

Introducción

La radiación está presente desde el origen del Universo, hace aproximadamente 20000 millones de años, ya que intervino en la gran explosión: Big Bang. Es así que la radiactividad existía en nuestro planeta mucho antes que la aparición de la vida sobre el mismo, todo organismo vivo contiene vestigios de sustancias radioactivas. Pero hace menos de un siglo que la humanidad descubrió este fenómeno gracias a científicos como Antoine Henri Becquerel, Wilhelm Röentgen y Marie Curie y Pierre Curie entre otros.
En 1945 se puede decir que comenzó trágicamente la "Era Nuclear" con la caída de las primeras bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. A partir de allí la certeza de que las bombas nucleares podrían acabar con nuestra civilización afecta a las decisiones políticas y la actitud hacia la guerra. Pero afortunadamente el hombre ha logrado el uso pacífico de esta energía como por ejemplo en la Medicina.
¿Qué es la energía nuclear?
Es aquella que se libera como resultado de cualquier reacción nuclear. Puede obtenerse bien por fisión o por fusión. En las reacciones nucleares se libera mayor cantidad de energía que en las producidas en explosiones convencionales.
¿Qué es un átomo?
Es la menor parte de un cuerpo del que constituye su base. Está formado por un núcleo de neutrones y protones alrededor del cual giran los electrones como si se tratara de un sistema solar.
¿Qué son los radioisótopos?
También reciben el nombre de isótopos radiactivos. Estos pueden ser naturales o artificiales. Se emplean con objetivos tan diversos como mejorar los cultivos de plantas alimenticias, para la conservación de alimentos, en la esterilización de productos médicos,análisis de hormonas y para estudiar la contaminación ambiental entre otros.
¿Qué es el uranio?
Es uno de los combustibles nucleares más importantes. Contiene núcleos fisionables y puede emplearse en un reactor nuclear para que en él se desarrolle una reacción nuclear de fisión en cadena.
¿Qué es la radioactividad?
Es la desintegración espontánea de núcleos de átomos inestables con proyección de rayos radiactivos, partículas o cargas eléctricas dotadas de gran velocidad y acompañada de emisión de radiación electromagnética penetrante.
¿Qué es la Fisión Nuclear ?
La fisión nuclear es una reacción en la que una emisión de neutrones y radiaciones, es acompañada por la liberación de una gran cantidad de energía.
¿Qué es la Fusión Nuclear ?
Esta es una reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de un núcleo más pesado, acompañada de liberación de partículas elementales y de energía.
¿Qué es una Reacción Nuclear en Cadena ?
Esto es una sucesión de fisiones en la que los neutrones liberados en cada reacción producen nuevas fisiones.
La Energía Nuclear como opción para revertir el Efecto Invernadero
Las centrales nucleares no polucionan al ambiente con dióxido de carbono. Por esa razón, son propuestas como alternativa para contrarrestar al efecto invernadero. El dióxido de carbono, generado al quemar combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón), tiene la propiedad de absorber la luz; por eso, cuando aumenta su concentración en la atmósfera también se incrementa la temperatura promedio en la Tierra, al generarse un fenómeno análogo al provocado por las paredes de un invernáculo. El efecto invernadero siempre existió en nuestro planeta; pero, al aumentarse artificialmente y en forma abrupta la concentración de dióxido de carbono, se está alterando el balance hasta ahora natural entre la energía que nos llega desde el Sol (siempre la misma) y la vuelta a emitir hacia el espacio (ahora menos), produciendo como consecuencia un recalentamiento que determinará un ascenso del nivel del mar y desequilibrios climáticos impredecibles.
¿Cuántas plantas de generación atómica hay en el mundo?
¿Cuántas hay en nuestro País?
¿Qué pasa con la salud de los trabajadores de esas plantas?
De acuerdo con información divulgada por la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica), actualmente funcionan en el mundo 443 centrales nucleoeléctricas.
Argentina tiene dos centrales en funcionamiento (Atucha I y Embalse) y una en construcción (Atucha II).
Atucha I está en la provincia de Buenos Aires, tiene una potencia de 350 MW y aporta una generación anual de 3000 GW. La Central Nuclear de Embalse, en Córdoba, es más poderosas: 650 MW y 4500 GW, respectivamente. Atucha II, en construcción junto a Atucha I, tendrá una potencia de 750 MW. Las dos que están en funcionamiento entregan su energía al Sistema Interconectado Nacional. Es una red eléctrica que abarca gran parte del país, desde Neuquén hasta Salta, pero no a la Patagonia. La generación eléctrica de origen nuclear es aproximadamente el 13 % del total del Sistema Interconectado Nacional.
En todas partes, quienes operan instalaciones de este tipo están sometidos a rigurosos y sistemáticos controles médicos, lo que determina que en la práctica su expectativa de vida es muy superior a la de la población vecina.
¿Cuándo comenzaron a realizarse experiencias nucleares en la Argentina?
A fines de 1949 comenzaron a construirse instalaciones para investigación en la isla Huemul, del Lago Nahuel Huapi, bajo la dirección del científico alemán Ronald Richter -que había entusiasmado al entonces presidente Juan Domingo Perón con la posibilidad de reproducir reacciones nucleares controladas en nuestro país. Por influencia de Richter, Perón llegó a cometer un grave error histórico, el 24 de marzo de 1951, cuando señaló en un breve discurso "al mundo" que la Argentina había obtenido la "liberación controlada de la energía atómica". Al poco tiempo, una comisión investigadora determinó la falsedad de los pretendidos logros del científico, quien fue separado de su cargo en noviembre de ese año. Por entonces, el gobierno nacional tenía entre sus objetivos convertir a la Argentina en un país de avanzada en materia nuclear, exclusividad de los Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética. Aquella costosa aventura nuclear dejó como saldo la creación, el 31 de mayo de 1950, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), para dar marco administrativo a las actividades de la isla Huemul; con el tiempo, constituyó el grupo de trabajo más exitoso de la historia científica nacional.
¿Cuál es el marco jurídico en que se desarrolla la energía nuclear en la Argentina?
Por ahora, la actividad nuclear en la Argentina está regida por el Decreto-Ley 22498/56, ratificado por Ley 14467/56, más el Decreto 1540, de agosto de 1994, que dividió la Comisión Nacional de Energía Atómica en tres. La CNEA quedó a cargo de la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, el ENREN (Ente Regulador Nuclear) asumió el control de las seguridad de todas las actividades nucleares y Nucleoeléctrica Argentina, a ser transferida a la actividad privada, se encarga del funcionamiento de las centrales. Mientras tanto, el Congreso está tratando una nueva Ley Nuclear, para darle un marco jurídico completo al proceso de privatización en marcha. Por otra parte, para cubrir el vacío legislativo que se creó a partir de la exclusión de los residuos radiactivos de la Ley 24051, de Residuos Peligrosos, la diputada Mabel Müller presentó un proyecto de ley que regula su gestión en todo el país, incluyendo el problema de los subproductos de la medicina nuclear, que también está recorriendo su camino parlamentario.
¿Qué se está haciendo con el plutonio producido en las centrales nucleares argentinas?
El plutonio forma parte de los elementos combustibles gastados en las centrales nucleares (Atucha I y Embalse). Están siendo guardados en piletas,bajo el agua, junto a sus respectivos reactores. Permanecerán en ese lugar seguro durante las próximas décadas, hasta que se resuelva cuál de las tecnologías disponibles es la más conveniente para reprocesarlos, y así volverlos a utilizar, o para depositarlos en un lugar definitivo (repositorio).
La producción de concentrados de uranio en el país en 1994, 1995 y 1996 fue la siguiente (expresado en toneladas de uranio):


1994
1995
1996
CNEA
46,8
39,4
18,9
Privados
24,6
18,5
No

En la actualidad, el único yacimiento que está en condiciones de explotación de Uranio es el de Sierra Pintada, ubicado al sur de la Provincia de Mendoza, a unos 40 Km. al oeste de la ciudad de San Rafael. Ese distrito uranífero fue descubierto por la Comisión Nacional de Energía Atómica, en 1968, mediante prospección aérea. Las rocas que contienen al mineral son de origen volcánico y de edad pérmica (270 millones de años). El yacimiento fue explorado y ubicadas sus reservas por perforaciones. La explotación comenzó en 1976 y se realiza por el método de cielo abierto (canteras). El mineral se procesa en una planta de concentración que posee la CNEA en el mismo lugar, con una capacidad nominal de 120 toneladas anuales. Desde el año pasado, por razones de mercado, la producción minera está suspendida y la planta de concentración trabaja con mineral extraído con anterioridad y a un ritmo mínimo. Hasta la fecha, el yacimiento ha producido unas 2.000 toneladas de concentrado de uranio.

¿Podría repetirse en Atucha la historia de Chernobil?
En Chernobyl, cuando advirtió el peligro, el operador no pudo detener la excursión de potencia en marcha. El reactor RBMK siniestrado tenía 28 barras de seguridad, de las 222 de control; tardaban 20 segundos en ser insertadas y 10 segundos en hacer sentir su efecto. En las centrales argentinas ese número es similar, 28 para el CANDU 600 (Cadmio) y 29 para Atucha I (Hafnio); pero, tardan en insertarse 2 segundos y su efecto se hace sentir al segundo.
Por otro lado, tanto en Embalse como en Atucha existe el sistema de inyección de venenos solubles para la parada de emergencia (Gadolinio en el CANDU y Boro en Atucha).
En aquel RBMK el sistema de seguridad era el mismo sistema de regulación, con 5 niveles de seguridad.
En Atucha I se tiene el sistema de regulación, el sistema de parada de barras y el sistema de inyección de Boro. Los tres son independientes, con su lógica y sus detectores asociados.
En Embalse se opera con un sistemas de regulación, otro asociado para bajar la potencia al 20 % (4 barras), el de parada 1 (28 barras) y el de parada 2 (inyección de Gadolinio). Los cuatro son también independientes entre sí, pudiendo cada uno detener al reactor en caso de funcionamiento anormal.
Tanto en Atucha como para Embalse, la probabilidad de falla simultánea de todos los sistemas es de uno en millones.
Por otro lado, el moderador de los RBMK es Grafito, mientras que nuestras centrales utilizan Agua Pesada. Aquí no puede ocurrir la reacción explosiva que se dio en Chernobyl, del grafito con el aire y el agua. Sí, en cambio, se podría dar una liberación de hidrógeno en el improbable caso de que los sistemas de seguridad fallaran. Pero, sería improbable la formación de hidrógeno en cantidad suficiente como para estallar, debido, principalmente, al gran volumen que poseen nuestras centrales para su expansión (Embalse 50000 m3, contra 100 m3 del Chernobyl), lo que baja automáticamente su presión. Aparte, la atmósfera tiene condiciones reductoras, para prever un caso de esta naturaleza.
Finalmente, el RBMK 1000 de Chernobyl poseía una contención parcial, en la parte inferior, que incluía una pileta para condensación en el caso de eventual pérdida de vapor. En Atucha todas las instalaciones críticas están dentro de dos edificios concéntricos, poderoso sistema de contención, una esfera de acero y una de hormigón.
El RBMK 1000 hubiese requerido un edificio de contención mas robusto que los de Atucha I y Embalse.
Seguridad Nuclear
La seguridad nuclear se basa en evitar que se produzcan escapes incontrolados de sustancias radiactivas, lo cual es necesario para proteger a los operadores de la central y al público en general. Por esta razón las pastillas de uranio (primera barrera), de una cerámica especial altamente resistente, que es donde se produce la fisión nuclear, se introducen en vainas herméticas (segunda barrera). Estas vainas, conformando un Elemento Combustible, se introducen dentro de una vasija, que junto al circuito primario-moderador forman la tercera barrera; la vasija va dentro de un gran muro de hormigón armado, que constituye el blindaje biológico y permite que trabajen los operadores sin peligro alguno (cuarta barrera).
La vasija y el blindaje biológico van dentro de una esfera de acero que los envuelve (quinta barrera). Esta a su vez, es rodeada de un edificio de hormigón armado con paredes de más de medio metro de espesor, que constituye un nuevo blindaje biológico (sexta barrera, y es una defensa física capaz de soportar los mayores impactos del exterior).
Tan importante como tener una buena selección del sitio, un diseño óptimo y una construcción perfecta, es que, la operación de la instalación sea segura, lo cual se logra con personal altamente calificado.
Uno de los rasgos distintivos de las plantas nucleares en cuanto a la seguridad, está dado por la "redundancia de equipos". Lo que indica que para cumplir una determinada función de seguridad, si son necesarios 2 equipos, las centrales cuentan con 3 ó 4 de ellos dependiendo de la función que deban cumplir.
Además están diseñadas con "criterios de diversidad". Esto se refiere a tener distintos tipos de medición de una misma señal o distintos fabricantes, para evitar fallas de modo común, es decir que involucren a más de un componente a la vez. Por último también tratando de evitar este tipo de fallas (ej: incendios), que impliquen la pérdida de equipos que cumplen una misma función, se encuentren físicamente separados unos de otros.
¿Qué sucedió exactamente en Chernobyl? ¿Por qué ocurrió? ¿Qué impacto ecológico causó?
El accidente ocurrido en la madrugada del 26 de abril de 1986 consistió, básicamente, en una conjunción de fallas humanas y de diseño de la planta. Se originó en una serie de pruebas que, con el fin de mejorar la seguridad, se iniciaron en el reactor. La idea era verificar que la inercia de una turbina era suficiente, si se producía una interrupción abrupta de la alimentación eléctrica, para que los generadores mantuvieran en funcionamiento al sistema de refrigeración hasta que arrancasen los generadores diesel de emergencia.
En los reactores "occidentales" esta eventualidad está prevista en el diseño del reactor, admitiéndose una demora de hasta 30 segundos de los diesel que deben cubrir la falla. Por aquí, este tipo de pruebas está prohibido o se encuentra estrictamente reglamentado.
En la unidad 4 de la Central de Chernobyl, se intentó ese experimento después de haberlo realizado, con éxito, en la unidad número 3. Para llevarlo a cabo, era necesario llevar el reactor a un 30 % de su potencia de funcionamiento (3200 MW térmicos).
El 25 de abril, a la 01:00 se comenzó a bajar potencia y a las 13:00 hs el reactor ya estaba funcionando a un 50 % de potencia, cuando se desconectó una de las dos turbinas. En ese punto, las autoridades del sistema pidieron que se lo mantuviera por necesidades de la red eléctrica. La central quedó esperando la autorización para iniciar la experiencia, cosa que ocurrió a las 23:00.
A las 23:10 se bajó la potencia del reactor. Por un error de operación (PRIMER ERROR) la potencia se bajó a un 1 %, provocando la condensación del vapor presente en el núcleo. Como el agua absorbe más neutrones que el vapor, esto introdujo reactividad negativa.
Si la "reactividad" es cero la reacción en el núcleo se autosostiene y la población neutrónica se mantiene constante; entonces, se dice que el reactor está crítico. Si es positiva la población neutrónica crece y, por lo tanto, la potencia del núcleo aumenta. Si es negativa la población neutrónica disminuye y el reactor tiende a apagarse. Adicionalmente - al bajar la potencia del reactor - la concentración de Xe131 subió, introduciendo un fuerte aporte negativo adicional de reactividad. Es un "producto de fisión" que actúa como gran absorbente de neutrones. Esta situación produjo preocupación en los operadores, ya que el reactor se apagaba inexorablemente. Entonces, decidieron extraer todas las barras de control del núcleo, algo que no estaba permitido por los manuales de operación (SEGUNDO ERROR). Fue posible porque el diseño no contemplaba el enclavamiento del mecanismo.
Con el reactor operando prácticamente sin barras, se alcanzó un 7 % de potencia, en un estado de alta inestabilidad. (Las barras de control absorben los neutrones excedentes, manteniendo al reactor estable o crítico. Su remoción introduce reactividad positiva).
El reactor poseía un sistema automático de control de caudal por los canales. Al trabajar a tan baja potencia, el sistema hubiese tendido a la parada. Para evitarlo, los operadores desconectaron el sistema de parada por caudal e iniciaron el control manual del mismo (TERCER ERROR). Nuevamente, la falta de enclavamientos permitió esta maniobra.
En ese momento, todo el refrigerante estaba condensado en el núcleo. A las 1:23:04 del 26 de abril de 1986, se decidió desconectar la turbina de la línea de vapor, para iniciar la prueba. Para poder hacerlo, los operadores tuvieron que hacer lo propio con otros sistemas de emergencia (CUARTO ERROR).
Al desconectar la turbina, las bombas comenzaron a alimentarse por la tensión provista por el generador durante su frenado inercial. La tensión fue menor y las bombas trabajaron a menor velocidad. Entonces, se formaron burbujas de vapor en el núcleo, insertando una altísima reactividad y, por lo tanto, un brusco incremento de potencia.
A la 1:23:40 el operador quiso introducir las barras de corte. Pero, ya era tarde! Para ese entonces, el reactor ya estaba a varias veces su potencia nominal.
La presión en los tubos subió rápidamente, provocando su ruptura. Estallaron!!!, levantando el blindaje de la parte superior del núcleo.
Algunos fragmentos de combustible y grafito en llamas fueron lanzados hacia afuera, cayendo sobre el techo de turbinas adyacentes, causando una treintena de incendios. Para las 5:00, los bomberos habían apagado a la mayoría de ellos, con un terrible costo en vidas por la sobreexposición.
Luego de fracasar en su intento de inundar al núcleo, los soviéticos decidieron cubrirlo con materiales absorbentes de neutrones y rayos gamma (plomo, sustancias boradas, arena, arcilla, dolomita). Del 28 de abril al 2 de mayo, se dedicaron a hacerlo desde helicópteros. Cavaron un túnel por debajo de la central, para introducir un piso de hormigón y evitar la contaminación de las napas de agua subterránea. Así consiguieron que cesaran las grandes emisiones de material radiactivo.
El reactor fue finalmente recubierto con un "sarcófago" de hormigón, que provee un blindaje suficiente como para trabajar en los alrededores. Para evacuar el calor residual, se instalaron ventiladores y filtros.
La consecuencia inmediata del accidente fue la muerte de 31 personas, 2 por la explosión y 29 a causa de la radiación. Todas formaban parte del personal de la planta.
Muchas hectáreas de campo quedaron inutilizadas por la deposición de material radiactivo. Teniendo en cuenta las dosis recibidas por los 135.000 habitantes de los alrededores, los modelos matemáticos predicen un incremento de menos del uno por ciento sobre la tasa normal de cáncer (20 %) en el área.
¿Durante cuánto tiempo pueden guardarse con seguridad los residuos nucleares, de Atucha I y Embalse, en piletas junto a los reactores?
El almacenamiento de los elementos combustibles ya gastados bajo el agua, en piletas junto a los reactores de Atucha I y Embalse, está previsto por un tiempo mínimo de 50 años. En Embalse, por una cuestión de capacidad, también se están utilizando silos para almacenarlos en seco, luego de haber decaído su radioactividad durante más de 5 años en las piletas; también en este caso, esos residuos de la generación nucleoeléctrica podrán quedar ahí durante 50 años.
Tratamiento que reciben actualmente los residuos radioactivos.
Los repositorios, o lugares de disposición final de los residuos, tienen por objetivo el aislamiento de los residuos de la biosfera y son sistemas diseñados utilizando el criterio de barreras múltiples; es decir, son barreras ingenieriles (hormigón, matrices vítreas, contenedores metálicos, etc.) y geológicas (formaciones rocosas adecuadas), independientes y redundantes de manera tal que la falla de una de ellas no comprometa la seguridad del sistema. Uno de los objetivos fundamentales de los repositorios es evitar el contacto de los residuos con el agua.
Nuestro país tiene en operación un repositorio para residuos de baja actividad y, en estudio, uno para residuos de media actividad. En la década pasada se comenzó a estudiar el probable emplazamiento de un repositorio geológico para residuos de alta actividad. Después de un relevamiento en todo nuestro territorio, se decidió que Gastre (en Chubut), por sus características, podría ser uno de los lugares apropiados, hasta que en agosto de 1993 el proyecto fue oficialmente descartado por la CNEA.
Los elementos combustibles quemados de una central nuclear, una vez descargados del reactor, son almacenados en piletas bajo agua para su decaimiento radiactivo y enfriamiento, puesto que tienen alta actividad. Luego de un cierto tiempo, pueden permanecer en esas piletas, como en Atucha I, o ser almacenados dentro de contenedores estancos de acero inoxidable en silos especiales de hormigón, como está sucediendo en Embalse. En ambos casos, se trata de almacenamientos transitorios, hasta que nuestro país decida su destino posterior. Es importante aclarar que las piletas y los silos mencionados están dentro de cada central nuclear, en zonas controladas bajo condiciones de total seguridad. Esta práctica es empleada en todos los países comprometidos con la actividad nuclear. Los elementos combustibles "quemados" podrán permanecer así hasta que la evolución de la tecnología y de los requerimientos energéticos determine cuál es el camino posterior más indicado; no debe olvidarse que representan un valioso recurso potencial por contener plutonio, que puede ser el combustible para una nueva generación de reactores.
Los países que utilizan energía nuclear en beneficio de sus habitantes deben ser responsables de los subproductos y consecuencias que generan sus instalaciones. Por lo tanto, deben gestionar apropiadamente sus propios residuos, de modo tal que no signifiquen un riesgo para el hombre y su ambiente tanto para las generaciones presentes como para las futuras. Hasta el presente, ningún país ha exportado los residuos radiactivos generados en sus instalaciones nucleares a otros países.
Francia e Inglaterra reprocesan comercialmente elementos combustibles quemados para países que no cuentan con las instalaciones necesarias; los residuos generados en este proceso los retornan, convenientemente acondicionados, al país de origen para su disposición final.
De acuerdo a algunos cálculos, habría en la actualidad alrededor de 100.000 toneladas de residuos radiactivos que podría ser interesante enviar al sol para librarse de ellos. Es algo así como el peso de un gran transatlántico. Desde el punto de vista económico, es inimaginable esa solución con las actuales tecnologías espaciales. Todavía se habla de cientos de dólares para cada kilogramo de carga puesto en órbita.
Además, nadie puede asegurar la confiabilidad absoluta de los lanzamientos con cargas peligrosas. En estos días, quedó nuevamente demostrado con el fracaso de la nave rusa Marte96; se intentó enviarla a ese planeta mediante un cohete Protón pero terminó en el Océano Pacífico, desparramando una pequeña cantidad de plutonio que llevaba para alimentar sus fuentes de energía.
Por otra parte, por qué enviar los combustibles nucleares gastados al espacio cuando encierran elementos (por ejemplo plutonio) que, seguramente, serán imprescindibles para generar energía en el futuro?
Hay tiempo para eso; podemos esperar cientos de años, hasta estar seguros de que ya no los necesitaremos. Dentro de varios siglos, seguramente será casi trivial enviar grandes cargas al sol y estarán disponibles otras formas de energía, quizás la fusión, para cubrir las necesidades.
Mientras tanto, no tiremos elementos que pueden resultar valiosos. Guardémoslos con infinitos cuidados, como se está haciendo, desarrollemos tecnologías para garantizar ese adecuado manejo.
El problema es garantizar que ciertos materiales críticos no lleguen a estar en poder de gobernantes fuera de control o de organizaciones terroristas, que puedan utilizarlos para fabricar bombas nucleares.
El almacenamiento en seco de los elementos combustibles gastados (denominados comúnmente quemados por asimilación a los combustibles fósiles después de su combustión) es una de las dos alternativas existentes para almacenarlos. La otra es la vía húmeda, que consiste en piletas con agua en circulación en las que se los sumergen, colocados en bastidores (perchas) o dentro de recipientes.
En seco, los elementos combustibles gastados son almacenados sin necesidad de agua en circulación, para su refrigeración. En este caso, el medio es un gas inerte o aire, y la transferencia de calor ocurre por convección natural. Se trata de un medio pasivo de refrigeración, que no necesita prácticamente ningún mantenimiento.
En Argentina - al igual que en otros países como Canadá, EEUU y Alemania - se construyeron instalaciones destinadas a este fin para cubrir necesidades propias de la Central Nuclear de Embalse.
Elementos combustibles quemados hace tiempo, con más de 6 años de residencia en piletas junto al reactor, son depositados en cofres estancos y estos -a su vez- almacenados en cámaras (silos), de hormigón armado reforzado, todo dentro de los límites de la central nuclear.
Las paredes de los silos, de 85 cm de espesor, absorben la radiación y el calor que emiten los elementos combustibles quemados en su decaimiento.
Efecto de las radiaciones
Está demostrado que el hombre puede soportar 250 mSv (miliSievert, unidad usada para medir la radiactividad) producidos por las radiaciones sin percibir ningún efecto detectable, e incluso este valor puede alcanzar los 1.500 mSv, recuperándose en algunas semanas. Además no hay que olvidar que el hombre ha vivido normalmente en un ambiente radiactivo (2,4 mSv/año).
A pesar de todo lo mencionado, y como un desafío más, se tiende a que las centrales nucleares en operación normal aporten un porcentaje mínimo de la radiactividad natural (0,05 mSv); con lo cual sus efectos serán inferiores a los de la propia naturaleza.
Control de las radiaciones
En operación normal, los productos radiactivos están confinados dentro de la pastilla de uranio. Para evitar su escape, se fabrica el combustible con la máxima calidad y se diseña la central de forma tal que el combustible no sufra daño durante la fabricación. Márgenes de seguridad adecuadas en el diseño del núcleo, y un sistema de protección automático, impiden las maniobras erróneas que puedan dañar al combustible.
Sin embargo, a pesar de las precauciones anteriores, se presupone la hipótesis de que haya fugas en el combustible, que pudieran contaminar el agua de refrigeración que circula por la vasija; también se postula la hipótesis de fugas en la vasija y sus tuberías asociadas. Por esta razón, se instala un sistema para el tratamiento de las fugas de los equipos de la central, y se impide que estos efluentes traspasen de forma incontrolada la contención.
Para asegurar que el público no sufra ningún daño los operadores de las centrales están obligados a medir la radiactividad del ambiente, y comprobar, mediante controles en el agua, aire, suelo y alimentos, que las personas que viven en los alrededores, puedan respirar, beber y comer los alimentos de la zona sin peligro alguno. Estos controles también son realizados en forma independiente por el Ente Regulador.
¿Puede explotar espontáneamente un repositorio?
Un repositorio nuclear no puede explotar, a no ser que le pongan una bomba a propósito. No es posible una reacción de fisión en cadena, como dentro de los reactores, porque su coeficiente de reactividad es negativo. Incluso, si se apilaran compactados todos los elementos combustibles gastados también sería negativo; por eso son residuos: si todavía tuvieran reactividad serían combustibles. Por otra parte, no puede darse una explosión química, como las de la pólvora, porque no son químicamente inestables, ni siquiera a altas temperaturas.
¿Es posible apresurar la degradación de los materiales radiactivos y así disminuir su peligrosidad?
Sí, es posible. Ese proceso se llama "quemado de actínidos". Se logra irradiando esos materiales peligrosos con protones o neutrones. Los núcleos radiactivos absorben las partículas y transmutan a isótopos de decaimiento más rápido, convirtiendo "residuos de alta" -miles de años- en "residuo de media" -cientos de años. Pero, la limitación es económica: con la tecnología actual, es muy caro porque consume mucha energía. Hay líneas de investigación en marcha para mejorar el proceso; por ejemplo, se trabaja con ciertas energías particulares -resonancias- donde se incrementa notablemente la probabilidad de que las partículas sean absorbidas.
¿Cómo serán las centrales de una NUEVA GENERACION, anunciadas para comienzos del próximo siglo?
Se estima el costo de desactivación de una central nuclear en 200 a 300 millones de dólares si se respetan todas las normas de seguridad contempladas hoy por hoy. Esto equivale a una milésima de dólar por kW.h generado durante la vida útil del equipo.
Con las nuevas centrales (AP 600 de la Westinghouse, GE 80 de la General Electric, EPR de EDF, Francia y KWU de la Siemens Alemana) se busca: abaratamiento de costos, simpleza de diseño, acortamiento de tiempos de construcción y la aplicación de una filosofía de seguridad denominada inherentemente segura; disminuirán el riesgo de accidentes, en especial los asociados a errores humanos, como los que provocaron los trágicos acontecimientos de Chernobyl en 1986. Particularmente en la Argentina, la generación nucleoeléctrica deberá competir con el gas, por ahora la fuente más barata para generar electricidad, pero las reservas de este combustible fósil no son infinitas.
La Energía Nuclear Utilizada en la Medicina:
La "Medicina Nuclear"
Los isótopos radiactivos, en especial algunos obtenidos artificialmente mediante reacciones nucleares, representan un arma poderosísima para el médico e investigador en la actualidad.
Son vitales para el diagnóstico precoz de las enfermedades y en algunos casos también con fines terapéuticos.
A través de la medicina nuclear es posible analizar cualquier órgano, habiendo comenzado las investigaciones varias décadas atrás en trastornos de la tiroides y en sangre. Pero con los progresos de los equipos de detección perfeccionados por la ingeniería electrónica y los avances en materia de radiofarmacia y radioquímica, gradualmente se fue ampliando el espectro a prácticamente todas las especialidades clínicas y quirúrgicas.
Junto a la técnica radiológica y al ultrasonido, esta especialidad es uno de los pilares en el diagnóstico por imágenes. Pero la diferencia sustancial entre la radiología y la medicina nuclear es que mientras en la primera la fuente de rayos se encuentra en un aparato fuera del organismo, en la segunda el paciente es quien recibe el material radiactivo y será él mismo el encargado de emitir la radiación que luego será captada por el detector.
La medicina nuclear consiguió en los últimos diez años tal desarrollo que actualmente es capaz de brindar información diagnóstica de utilidad, sobre todo en relación con el funcionamiento de los órganos, al resto de las especialidades médicas. Gracias a ella se puede desde analizar la función cerebral de un paciente hasta estudiar el tránsito esofágico, la evacuación gástrica o la capacidad de filtrado del riñón.
Si se administran determinadas dosis de yodo radiactivo a una persona, es posible determinar y localizar ciertos trastornos de la glándula tiroides. En el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, los isótopos radiactivos son de gran utilidad. Se ha observado que algunos tejidos cancerosos absorben ciertos materiales radiactivos con más facilidad que los tejidos normales que lo rodean. De esta manera no sólo se comprueba si un tumor es maligno, sino además es posible combatirlo. El yodo radiactivo se utiliza con éxito en la localización de tumores cerebrales.
El fósforo radiactivo se usa en el tratamiento de la leucemia. Ciertos isótopos radiactivos del sodio son muy útiles en el estudio de la circulación de la sangre. El oro radiactivo se utiliza en el tratamiento de ciertos tejidos cancerosos. El cobalto-60 y el cesio-137 se usan para destruir tejidos enfermos, a través de la teleterapia y la braquiterapia.
Todos los isótopos radiactivos anteriormente nombrados no existen en la naturaleza y se fabrican normalmente, en los reactores nucleares de investigación.
Medicina nuclear en cardiología y oncología
En cardiología el aporte de la energía nuclear ha permitido obtener información sobre el estado de la circulación coronaria (por ejemplo establecer si un paciente padeció de un infarto o tuvo isquemia) y en oncología permite detectar antes que con cualquier otro método convencional la presencia del cáncer.
En este campo se está desarrollando una técnica que es la esperanza más grande en la lucha contra el cáncer.
La misma se inició en las investigaciones del científico argentino César Milstein a quien le valieron el Premio Nobel.
Se trata de los cuerpos monoclonales que se basan en el principio de reacción entre antígenos y anticuerpos.
El tumor produce sustancias que a la vez que le son propias resultan ajenas para el resto del organismo. Esas sustancias son los antígenos que generan la formación de anticuerpos. La técnica consiste en agregarles a estos últimos una carga radiactiva e inyectarlos en el tejido tumoral. El efecto que producen es la destrucción completa de las células malignas sin dañar el resto del tejido, como sucede cuando se aplica la cobaltoterapia o la quimioterapia.
En cuanto a la utilización de radioisótopos se está investigando la posibilidad de aplicarlos en el tratamiento de las metástasis que algunos tumores malignos producen en hueso, aunque su empleo sólo contribuya a mitigar el dolor al paciente.
También con radioisótopos se hacen estudios in vitro sacando una muestra de sangre y de orina al paciente por medio de la técnica del radioinmunoanálisis que permite el dosaje muy exacto y aún de cantidades muy pequeñas de sustancias naturales del organismo, como las hormonas, que resultarían de otro modo indetectables. Esta práctica se emplea, por ejemplo, para medir la concentración en sangre de una droga anticonvulsionante con la que se trataba un paciente epiléptico y así ajustar la dosis exacta que precisa.
La Dra. Elsa Cristina Raslawski, directora del Servicio de Radioterapia del Hospital de Pediatría Dr. Juan P. Garrahan nos da su opinión con respecto al tema:
"La aplicación de terapias basadas en la energía atómica requiere de personal y equipos altamente especializados."
¿Cuáles son las aplicaciones de la energía nuclear en su especialidad?
Se utiliza en servicios de radiodiagnóstico, radioterapia y medicina nuclear para diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.
¿Con qué equipo trabajan?
En radiodiagnóstico con un tomógrafo computado y en radioterapia con equipos convencionales de rayos para tratamientos superficiales de piel. Tenemos también bomba de cobalto que es un isótopo que se usa para el tratamiento de lesiones malignas profundas y acelerador lineal de electrones, para el mismo fin.
¿Cuáles son las ventajas?
Las radiaciones se utilizan tanto para tratamiento como para diagnóstico y tienen la ventaja de que permiten analizar no sólo las formas de los órganos sino también su función.
¿Existen riesgos? ¿Cuáles son?
Las que se utilizan son radiaciones ionizantes, que aún en poca cantidad si el tratamiento es prolongado son nocivas para todos. Pueden producir la aparición de tumores, en el caso de que esto suceda afecta solamente el lugar donde se recibió la radiación (si se aplicó en la mano el tumor puede aparecer allí). Se debe tener mucha precaución, también con las mujeres embarazadas, porque la aplicación de estas radiaciones en determinadas etapas del embarazo puede afectar al feto produciendo malformaciones.
¿Son peligrosas, entonces, las aplicaciones?
Son peligrosas y para evitar todos esos riesgos sólo deben ser aplicadas por personal altamente capacitado.
Los Ecologistas y La Energía Nuclear
Greenpeace dice: "Un 5% de la energía mundial es nuclear", pero se olvida que representa casi el 20% de la energía "eléctrica" mundial. Los reactores son para producir electricidad, no para cocinar o calefaccionarse directamente; tampoco son para mover los autos. 500 millones de habitantes utilizan electricidad nuclear.
En la Argentina hay repositorios para todos los residuos de este tipo (nucleares) y todos los estándares internacionales son cumplidos. Los ecologistas suelen confundir los diferentes tipos de residuos radioactivos y trasladan esa duda a la gente, aprovechando los miedos que despiertan un tipo de residuos específico: los de alta actividad.
En el año 1995, un comité especial de las Naciones Unidas evaluó las tecnologías de repositorios para este tipo de residuos y consideró aceptables algunas soluciones que los "antinucleares" rechazan. Evaluó también una solución que proponen los ecologistas de Greenpeace y la encontró peor que la propuesta por los científicos.
La industria nuclear sabe perfectamente qué hacer con las centrales cuando se deban cerrar. Hay mucha experiencia científica y hasta hay empresas que se hacen cargo del trabajo, dejan al reactor en las condiciones que se le solicite, devuelven los residuos radiactivos empaquetados - cada uno según su tipo - y recuperan el sitio para cualquier uso posterior, ya que no queda contaminado.
Tomemos el problemático tema de Chernobyl. Nadie puede defender las centrales de ese tipo, ya que sería como defender represas hidroeléctricas hechas de madera, frente a las represas de hormigón; pero, cuidado, no confundamos los riesgos de unas y otras.
La mortalidad debida a Chernobyl se puede estimar, en base a los riesgos conocidos de la radiación. De acuerdo a todo lo visto, el número sería 100 veces menor que las cifras citadas por los ecologistas. Es tan grosero el error que no guarda relación con nada razonable. Por ejemplo, la radiación que recibió la gente por el accidente se puede comparar con la radiación a la que nos somete el medio ambiente en forma natural, porque la radiación "artificial" no es distinta - ni en tipo ni en calidad - a la radiación natural.
La radiación que recibieron los pobladores de las regiones más contaminadas (270.000 personas) fue equivalente a 30 años de radiación natural, en los lugares menos contaminados (6.800.000) fue equivalente a 6 años y para los evacuados (135.000) fue equivalente a 5 años.
¿Cómo se pueden morir casi un millón de personas irradiadas, de un total de 7 millones, como dice Greenpeace, si en total recibieron una dosis equivalente a la radiación natural de 7 años? Si así fuera la mitad de la población estaría muerta a los 35 años por culpa de la radiación natural.
Ciertamente, no son aceptables las centrales nucleares que fallen como las de Chernobyl, ya que 5000 o 10000 muertos son inaceptables para una sociedad civilizada, aunque esas cifras sean 100 veces menores de lo que muchos piensan; pero, cuidado con mentir para atacar estas centrales, ya que el fin no justifica los medios.
Es falso que puedan ocurrir accidentes como el de Chernobyl en viejas centrales occidentales.
El riesgo de accidente depende del tipo de diseño y ninguna central occidental es equivalente a las de Chernobyl. No hay estudios comparativos de riesgos, según los diseños, que fundamenten lo que dice Greenpeace.
Un reactor occidental no puede físicamente explotar como el de Chernobyl, ya que la energía que tiene almacenada no le permite aumentar la potencia como hacen esas centrales rusas. Las centrales de Chernobyl no tienen esfera metálica de contención o algo equivalente. Los operadores occidentales no pueden anular los sistemas de seguridad, como hicieron en Chernobyl en aquella trágica oportunidad, ya que no tienen comandos a tal efecto en la consola ni en ninguna otra parte de la central. Y estas no son las únicas diferencias.
Pasemos ahora a otro tema clave: el efecto invernadero. El calentamiento del planeta se debe en un 50 % a la generación de electricidad con recursos fósiles. Para reemplazar a las centrales fósiles, se deberían colocar 2000 reactores nucleares (los reactores de la generación del 90 son del doble de potencia de la media actual) que en 30 años implicarían 70 reactores al año.
Hoy en día una central se construye en 4 años y medio. Para enfrentar al efecto invernadero mediante las centrales nucleares, habría que tener en construcción 300 centrales si las necesidades se mantienen en los actuales valores. Hoy en día hay 70 centrales en construcción; por lo tanto, habría que multiplicar sólo por 5 el ritmo actual.
No es casual que los expertos en energía consideren que la energía nuclear ha demostrado madurez como para reemplazar a las energías fósiles,cuando se busque este objetivo. Hoy en día se considera demostrado que un mayor uso de energía nuclear disminuye las emisiones de dióxido de carbono en forma real.
Para Greenpeace decir que la energía nuclear ha demostrado su competitividad, para reducir el calentamiento de la Tierra, es parte de una conspiración científica internacional. Recuerda a los que dicen que el mundo fue creado en 7 días y sostienen que los arqueólogos, para fraguar la actual interpretación de la evolución del planeta, entierran huesos para luego ellos mismos encontrarlos.
Conclusión:
En este siglo el hombre ha descubierto una nueva fuente de energía: la nuclear.
Todos los países se han esforzado en contribuir a su aplicación pacífica y, como consecuencia de este trabajo conjunto, se han desarrollado las centrales nucleares para la producción de energía eléctrica.
Gracias a este esfuerzo de colaboración que se inició en los años cincuenta, la humanidad se ha encontrado con que dispone ahora de una nueva fuente de energía prácticamente ilimitada que le permite hacer frente a los problemas que están planteando los combustibles convencionales, reduciendo su utilización a los fines para los que resultan insustituibles y evitando su consumo en la producción de energía eléctrica.
Durante este tiempo, se ha podido demostrar que las centrales nucleares producen energía eléctrica de una forma fiable, segura y económica.
Las investigaciones para lograr la energía de fusión se vienen realizando en los países más avanzados del mundo, pero aún no se la puede considerar una solución inmediata para el problema energético.
Con lo expuesto anteriormente, podemos decir que la producción de energía atómica ha "madurado" técnica, científicamente y en lo que se refiere a la seguridad para los operarios de estas centrales, para el resto de las personas y para el medio ambiente, lo suficiente como para que sea posible usarla en reemplazo de las energías generadas por la quema de combustibles fósiles. Esto seria una gran ayuda para nuestro planeta.
También creemos que hemos despejado la mayoría de las dudas con respecto a los "temibles" residuos producidos por las centrales nucleares, aunque no dejan de ser un problema hasta que estemos técnicamente avanzados como para poder reaprovecharlos o librarnos definitivamente de ellos.
 Fuente "Fisicanet"