domingo, 7 de octubre de 2012

Conservación y degradación de la energía

Cuando estudiamos un cuerpo aislado, vemos que su energía total puede aumentar o disminuir. Pero si estudiamos a la vez todos los cuerpos que han interaccionado con él (el exterior), vemos que, si el cuerpo ha ganado energía, el exterior ha perdido una cantidad idéntica; y viceversa, una pérdida de energía por parte del cuerpo significa una ganancia igual por parte del exterior.
De hecho, si consiguiéramos aislar completamente el sistema material que estamos estudiando (estará aislado si no interacciona con nada del exterior), observaríamos que la cantidad total de energía permanece constante. Eso sí, puede que haya habido una transformación de unos tipos de energía en otros, pero la cantidad total permanece igual. A esto se le conoce como Principio de Conservación de la Energía.
Degradación: Si bien la cantidad total de energía de un sistema aislado permanece constante, existirán transformaciones de unos tipos en otros y transferencias entre unos cuerpos y otros.
No todos los tipos de energía son igualmente aprovechables. La energía eléctrica es muy versátil, puede transformarse en otros mucho tipos. Tomemos como ejemplo un motor. La energía eléctrica se transforma en energía cinética al girar el motor. Pero al mismo tiempo una buena parte se transforma en energía interna (calentamiento) del propio motor y del medio ambiente, debido al rozamiento. De hecho, si dejamos que el motor se pare, el rozamiento hará que toda la energía inicial se transforme en energía interna del medio. El problema es que esta energía interna del medio, aunque es exactamente la misma cantidad que la energía eléctrica inicial, no podemos aprovecharla casi en nada (como mucho en calentarnos un poco, pero en breves minutos volverá a estar frío). Y esto sucede con cualquier sistema real que estudiemos.
Esto es lo que se conoce como degradación de la energía, y es un principio fundamental de la Física.

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