Hasta mediados del siglo XIX,
se denominaba ácidos a aquellas sustancias de sabor agrio. Por su parte, se
llamaban bases o álcalis a las sustancias cáusticas provenientes de las cenizas
de ciertas plantas. En esos momentos, las estructuras de estas sustancias, y
sus propiedades, se estudiaban en forma independiente. Recién hacia fines del
siglo XIX se reconoció que los ácidos y las bases son sustancias antagónicas.
El químico sueco Svante
Arrhenius (1859-1927) definió como ácido a toda sustancia que en contacto con
agua se disocia originando cationes hidrógeno (H+), mientras que postuló que
base es toda sustancia que en solución acuosa da lugar a la formación de aniones
hidróxido (HO-).
Esta teoría resultó útil para incluir a sustancias que con la teoría previamente existente no se habían incluido, como el amoniaco. Sin embargo, esta teoría seguía dejando afuera varias sustancias con carácter ácido y que no poseían protones, por lo que se formuló una nueva teoría que subsanó en gran parte esta problemática: la teoría de Lewis.
Gilbert Lewis, científico estadounidense, planteó una teoría ácido-base basándose en las estructuras propuestas por él mismo a inicios del siglo XX. Según Lewis, un ácido era una sustancia química capaz de aceptar un par electrónico, completando así su octeto y por ende logrando estabilidad, mientras que una base era una sustancia química que poseía a lo menos un par electrónico libre (sin enlazar). Como se puede ver, este tipo de definición necesita obligatoriamente un par ácido-base actuando en conjunto, debido a que, por lo general, es imposible dejar electrones libres en un medio cualquiera (salvo con nitrógeno líquido). Una imagen que represente este tipo de enlace se ve en la siguiente imagen:
Gilbert Lewis, científico estadounidense, planteó una teoría ácido-base basándose en las estructuras propuestas por él mismo a inicios del siglo XX. Según Lewis, un ácido era una sustancia química capaz de aceptar un par electrónico, completando así su octeto y por ende logrando estabilidad, mientras que una base era una sustancia química que poseía a lo menos un par electrónico libre (sin enlazar). Como se puede ver, este tipo de definición necesita obligatoriamente un par ácido-base actuando en conjunto, debido a que, por lo general, es imposible dejar electrones libres en un medio cualquiera (salvo con nitrógeno líquido). Una imagen que represente este tipo de enlace se ve en la siguiente imagen:
En
la misma se puede apreciar claramente que uno de los dos pares electrónicos del
oxígeno se comparte con un ion hidrógeno.
Por
lo general, los ácidos de Lewis corresponden a metales (sobre todo a metales de
transición), a cationes, y a compuestos con aluminio o boro, como los que se
ven en las siguientes imágenes:
Por su
parte, las bases de Lewis corresponden principalmente a aniones, no-metales
(sobre todo los de los grupos 15, 16 y 17) y sus derivados, como el ion hidroxilo
mostrado en la imagen siguiente:
en
donde la parte básica está localizada en el oxígeno.
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